Extranjera.

En esta tierra marcada, áspera

donde las bestias no existen,

soy lo que soy

ni carne, ni tierra, ni luz, ni agua

una sombra sin hueco, sin calor, sin forma

y la carne de fruta

y la música de monte

y los pies de los pinos

eso está, en otra tierra

otro cielo

en otras bestias, otros lomos

el hueso de esta tierra, es sin carne

es sin luz, sin música

soy sin ser

noche sin silencio

agua sin sed

extranjera.

 

las bestias no perdonan a la luna la luz

la tierra no se abre al agua de lluvia

la carne no olvida

el tiempo no lame

las heridas,los colores

los recuerdos, y las sombras

como el sol, el ave se incrusta en el horizonte

como el mar, la ola se repite en su sal

como el hueso, el músculo se sostiene en la sangre

y la luz

y el silencio

y el olvido

Pimera primavera

Gota de sombra

hueca

sobre la tierra

sal  lame la lluvia

cal horada la carne

besa la luz del hueso el silencio del cuerpo manso, la bestia echada en su peso,  la mano sin horizonte, los ojos sin luna en la noche, la voz que no recorta el aire, el hombre que no se recuerda, la fibra sin músculo tibio,

miel de la fruta en el monte, risa,

risa, de niños,

risa sin eco y sin nombre.

Flor que brota sin dios, sin aire, sin sol, sin tierra,

Madera que huele a semilla,  a monte, a sol, a luz quieta,

Agua que besa la tierra, los nidos, el pino, la colmena,

Gota de luz

honda

bajo la piel del monte

la miel sana el silencio

la miel sana la tierra

 

 

 

Gota hembra cae del silencio,

tierra sin hueso y cristal

río seco se inunda en el hueco,

madera sin raíz y sal

La cal de la luz en los huesos,

la espuma del aire en la boca

la piel que la sombra no toca

los ojos del venado seco

Ave hembra cae del cielo ,

agua sin nombre y calor,

bestias sin sombra en la niebla

roca hueca blanda sin sol

El silencio de alma del monte

el perfume del viento en flor

el agua que la sangre esconde

la tierra de carne sin color.

 

 

 

Sin forma hay color

las alas del ave, la bestia en la carne

los huecos del tacto, la luz sin espinas.

Detrás del silencio, siempre un aullido

El agua sin luna, la tierra respira

hojas tras hojas de frutos y ecos

las bestias achican el lomo en la piedra

el sol sin azúcar, el labio del pecho

En música de río se lavan los huesos

el nácar de la carne

la espuma de los sueños.

 

Herida de la sombra sobre el monte del cuerpo. Lamer las llagas con el viento del norte. Un árbol caído se hincha de hormigas oscuras. Cielo poblado de luciérnagas sin canto. Vientres de luz, animal ciego. Manos sobre tierra húmeda de noche. Tren de nubes grises sobre el río quieto.
Besar el agua bebiendo con manos y piernas desnudas.

Hembra desatada de cadenas de tierra

suben desde las muñecas ejércitos de hormigas dulces como miel,

camina sin sombra por el monte hueco,

sin el tiempo de las plantas, ni la luz del eco.

 

Mujer se viste en el espejo del agua

adorna el silencio con su carne brillante de luna

con calor de su piel plegada,

perfume de bestia mezclado con hierba.

 

Hermana del agua

se rinde con el pecho al cielo

de la noche negra

 

 

 

 

Agua sal. Rocío lento del cuerpo.Sobre los muslos de la sombra, bestia sin aliento. Huevo rosa. Niña sin dientes de arena. Bestia oscura de sol. Viento sin eco, piel de perfume se ablanda. Carne agua besa la tierra. Perlas sobre la luz del hueso. Cuerpo mojado de luz, de agua oscura.

Tortuga húmeda. Almendra del vientre azul. Baile del viento sobre una tierra seca de sombra y voz. Cuerpo vapor rendido entre las piernas. Cachorra bestia del monte pardo. Sin  madre. Nariz de la piel sobre madera fresca. Sol del lomo; luna de viajantes viejos cae como precipicio hacia el pecho desnudo de leche. Una boca de voz ensaya los nombres del agua. Hembra carne dulce, sin parto de vientre seco, deshace su trenza de lluvia bajo la noche del cielo.

Una piedra suelta en la mano, choca, cae, se sumerge en el craneo de luz, el craneo nube globo de luz, de luz blanca. Lo blanco como el carmin, como la pulpa madura de la mora cae como la mora y se aplasta humeda en el suelo la masa del craneo, despues de la piedra blanca. Y el cuerpo de carne,  suave, blando cae tambien como acordeon, como oruga sin orden sobre todo el asfalto .Cuerpo de sal se ahuya en desorden sobre todos, las pupilas se miran se sienten estomago de lava, es que la mora, la luz, la oruga, el sin orden. La piedra una de la mano suelta como trompo se envuelve de viento, de tiempo sin nombre.